Rollos de queso frito con salvia y queso manchego ~ las hojas tiernas de salvia se envuelven en pequeños trozos de queso manchego y luego se fríen ligeramente para obtener un aperitivo único.
Hace un tiempo recogí un viejo libro de cocina italiana en una tienda de segunda mano. Una de las recetas que me llamó la atención fue un inusual aperitivo de salvia enrollada y frita. El otro día recibí algunas hojas grandes de salvia especialmente hermosas y me recordaron los rollos. Las anchoas originales involucradas: mi adaptación es aún mejor, si lo digo yo mismo. Simplemente envolví pequeños trozos de queso manchego en las hojas, los aseguré con palillos de dientes y los frí en una sartén poco profunda de aceite de oliva caliente. Un poco de vino tinto, una vela … muy toscano.
Las hojas de salvia tienen suficiente cuerpo para que se sostengan cuando se fríen, y adquieren el sabor y la frescura más maravillosos. Las hojas de salvia fritas son un manjar por sí solas, a veces servidas con una salsa para mojar tipo alioli, a veces como guarnición en platos italianos.
Es útil tener hojas de salvia medianas a grandes para esto, de modo que pueda caber un trozo de queso de tamaño decente en el interior. Puede tirar los cubitos de queso en harina primero si lo desea, eso solo ayuda a evitar que el queso se derrita de la hoja demasiado rápido.
Comenzando en la punta, enrolle el queso y asegúrelo con un palillo de madera.
Prepare todos sus rollos y caliente aproximadamente 1/4 – 1/2 pulgada de aceite de oliva en una sartén. Debe estar lo suficientemente caliente como para que la salvia chisporrotee al contacto con el aceite.
Si su aceite es lo suficientemente profundo, puede colocar los rollos en posición vertical en el aceite y freír rápidamente todo el rollo de una vez. Este es el mejor método porque el queso no tiene la posibilidad de gotear. Los rollos se freirán en unos 30 segundos. Si usa aceite menos profundo, la forma más fácil (y más segura) de hacerlo es colocar las hojas rellenas, el palillo de dientes y todo en el aceite caliente. y use pinzas para darles la vuelta y luego retírelos para drenarlos. De cualquier manera, lleva un minuto o menos freírlos. Escurrir brevemente sobre una toalla de papel antes de servir.
La hoja de salvia se pone crujiente, el manchego se derrite. ¿Qué más hay que decir?
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