Método
1 Leche empinada con azúcar, granos de café, sal y crema: Calienta la leche, el azúcar, los granos de café enteros, la sal y 1/2 taza de crema en una cacerola mediana hasta que esté bastante caliente y humeante, pero no hirviendo. Una vez que la mezcla esté tibia, cubra, retire del fuego y deje reposar a temperatura ambiente durante 1 hora.
2 Coloque la crema restante en un recipiente sobre baño de hielo con tamiz: Vierte la 1 taza restante de crema en un tazón de metal mediano, colócalo en hielo sobre un tazón grande. Coloque un colador de malla en la parte superior de los tazones. Dejar de lado.
3 Temple las yemas de huevo: Vuelva a calentar la mezcla de leche y café, a fuego medio, hasta que esté nuevamente caliente y humeante (¡sin hervir!). En un recipiente aparte, bate las yemas de huevo. Vierta lentamente la mezcla de leche y café caliente en las yemas de huevo, batiendo constantemente para que las yemas de huevo estén templadas por la leche tibia, pero no cocidas por ella. Raspe las yemas de huevo calentadas nuevamente en la cacerola.
4 Caliente la mezcla de café con leche y huevo hasta que espese: Revuelva la mezcla de crema constantemente a fuego medio con una espátula de fondo plano resistente al calor, raspando el fondo mientras revuelve, hasta que la mezcla espese y cubra la espátula para que pueda pasar el dedo por el recubrimiento y que el recubrimiento no se corra. Esto puede tomar unos 10 minutos.
5 Vierte el flan a través del colador y revuélvelo en la crema. Presione los granos de café en el colador para extraer la mayor cantidad de sabor posible. Luego descarta los frijoles. Mezcle la vainilla y el café finamente molido, y revuelva hasta que se enfríe.
6 Enfríe y procese en la heladera: Enfríe la mezcla completamente en el refrigerador, luego congélela en su máquina de helados de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
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