Ahora que la despensa está equipada con todos los elementos esenciales, pasemos a otra parte indispensable de la cocina: el congelador.
Es una rara ocasión en la que la cocina entre semana resulta en clásicos como Chicken Pot Pie o Indian Butter Chicken, pero con un poco de planificación adicional, el congelador puede usarse para almacenar comidas listas para comer: arroz frito, albóndigas o lasaña.
Cuando prepare comidas congeladas, ¡no se olvide del desayuno! Para algo sabroso, pruebe los burritos de desayuno. Si necesitas algo dulce, mira los paquetes de batidos. Son un salvavidas para desayunos rápidos o bocadillos hidratantes después de la escuela.
La forma más fácil de abastecer un congelador es hacer un poco más el fin de semana o duplicar la receta que estás haciendo de todos modos: come la mitad, congela la mitad. Me gusta pensar en ello como habilidades básicas para la vida e involucrar a los niños. Para la preparación del fin de semana, reserve una tarde y prepare un plato principal adicional, una opción de desayuno, masa de pizza o galletas para un día lluvioso. Hornee, enfríe, etiquete y congele. ¡No te arrepentirás!